jueves, 7 de julio de 2011

Un mundo capacitado en contacto con la historia


     El ser humano desde que se percata de sus posibilidades de mejorar y cambiar muchas de las situaciones que lo rodean, inició y aun continúa haciéndolo siempre, buscando una perfección de su modo vivendi. Al darse cuanta de la magnitud que esto significa para el momento y el espacio, decide evolucionarlos con el fin de “progresar”, sólo una paradoja, ya que lo lleva a ejecutarse de acuerdo a su modo e interés, traduciéndose en lo que se conoció como una esclavitud.
    
     La humanidad ha venido intentando cambiar la realidad desde una perspectiva muy personalista, y esto ha mellado para que la misma, termine frustrando a todo al colectivo por el hecho simple de promover un cambio y/o transformación solo de carácter lineal. Se dice que “Ser capaz de definirse a través de constantes mutaciones profesionales”, un importante paradigma, que seguramente sí lograría una transformación personal, sin embargo, se ha notado que la cultura educacional –junto a los medios de comunicación - proporciona una serie de valores en donde la persona tiende buscar una innovación con rango limitado, es decir, que siempre deberá buscar y cultivarse, sólo lo que se oferta y no aquello que pueda conducirlo a una liberación total del dominio tecnológico y científico. Esta dificultad se considera como una traba en estos tiempos donde la sociedad no solo sufre los embates sociales sino también los llamados de carácter natural. 

     Se dice que se anhela un mundo para “Dar la talla en una sociedad donde el talento ya no se valora”, un reto social muy difícil de lograrlo, ya que el mundo está inmerso en las rejas del capitalismo que en su modo operandi requiere de la competencia, valorando al ser humano como un objeto y no como un ente humano. Deberá lucharse de manera profunda para que se forme una sociedad donde la competencia y la valoración comercial dejen de operar así, pero algo bastante lejano para que se materialice, porque el mundo cree que esa forma de vivir es placentera, sin tanta dificultad –para el que no la trabaja- y sólo que es el resultado de una lucha competitiva para obtener el producto acabado. Valorar las aptitudes desde la capacidad que todos poseen, ayudaría a equilibrar los resultados del trabajo colectivo y la sociedad tendería a marcar una pauta evolutiva y definitoria para asentar un mundo con menor competencia.

     Es un reto social significativo porque implicaría trasformar la conciencia de lo individual a lo colectivo y, para así hacerlo será importante reestructurar al Estado / Nación y su consecuencia. Las dificultades que nunca estarían ausentes, serán transformar las instancias responsables de proporcionar formación al colectivo, para que no reciban doctrinas y cuestiones contrarias a los postulados necesarios para ayudar a conceptualizar el verdadero nuevo ser humano. Una de las herramientas indispensables es “buscar un lugar en el cual mantener los vínculos con el pasado” porque allí reside hechos que han resultado positivos y que seguramente son capaces de poder transformarlas. Hay que tener cuidado con este postulado, ya que la historia como ha la han hecho buena, también la han hecho mala y es ésta última, es con la que se debe mantener el vinculo porque ayudaría a transformar el conflictivo y deteriorado mundo.
Benedicta Sánchez.

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