William Howard Taft (Presidente de los Estados Unidos ente
1909 y 1913) dijo una vez: “No está lejano el día en que tres estrellas y tres franjas,
entre tres puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo
Norte, otra en el Canal de Panamá y, la tercera en el Polo Sur. El hemisferio
completo de hecho será nuestro en virtud de nuestra superioridad racial, como
ya es nuestro moralmente”.
No es un secreto que Norteamérica quiere ser dueña del
mundo.
Tal vez uno de los más claros, contundentes y efectivos
intentos de legalizar esta filosofía es la llamada USA PATRIOT ACT (traducido
libremente como "ACTO DE ESTADOS UNIDOS PATRIÓTICO"); o como se le
conoce en español, “Ley Patriótica” o “Acta Patriota”, obsequio de la
Administración de George W. Bush para el mundo.
Su nombre se origina de un acrónimo proveniente de la frase
“Uniting and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to
Intercept and Obstruct Terrorism”; o sea, “Uniendo y Fortaleciendo América
mediante la Provisión de Apropiadas Herramientas Requeridas para Interceptar y
Obstruir el Terrorismo”... un lema muy bien hecho, todo un hermoso ejemplo de
publicidad y mercadeo.
Consiste en un acta del Congreso de los Estados Unidos promulgada
como ley por el presidente George W. Bush el 26 de octubre de 2001 (cuarenta y
cinco días después del ataque a las Torres Gemelas por una supuesta célula de
Al Qaeda, el 11 de septiembre de ese mismo año, que revisaremos brevemente
más tarde).
El “principal” objetivo declarado en esta Ley es combatir el
terrorismo sin necesidad de orden judicial, y proteger a Norteamérica tanto
dentro como fuera de sus fronteras. Para esto los norteamericanos debían
sacrificar unos pocos derechos constitucionales.
Con este fin tan noble... ¿qué tiene de malo esta Ley?...
¿cómo podemos “hablar mal” de este instrumento legal?... bueno, la ironía la
veremos a continuación.
EL HUEVO PODRIDO
Estados Unidos se jacta de ser una de las más perfectas
democracias del planeta. Se lo ha restregado en el rostro a todos los gobiernos
del orbe y ha sido la excusa para salvar al mundo de si mismo.
El problema es que la “Ley Patriótica” es un ejemplo de todo
lo que una democracia NO debe hacer. He aquí algunos de sus puntos más controversiales:
Restringe toda una serie de derechos constitucionales,
aumenta el poder de la Secretaría del Tesoro para regular el mercado
financiero; amplía el poder interventor del Estado, limita la influencia y el
ejercicio del poder judicial, incrementa las potestades de las agencias
gubernamentales (CIA, FBI, FEMA, NSA y todas las otras siglas), les da luz
verde a estas instituciones para monitorear todo tipo de comunicaciones, además
de los registros públicos y privados, incluyendo historiales médicos, financieros,
libros pedidos en las bibliotecas...
Intenta legalizar y promover las acciones de inteligencia en
otros países, confiere impunidad a cualquier individuo o entidad que suministre
información sobre una persona señalada de terrorista, elimina el principio de
confidencialidad entre abogado y acusado...
También concede poder discrecional a las policías locales y
autoridades migratorias para detener y deportar a inmigrantes ilegales o no,
instituye “comisiones militares” (eufemismo para consejos de guerra) que juzga
casos de ciudadanos extranjeros sospechosos de terrorismo sin necesidad de
tribunales formales... todo en nombre de la lucha con el terrorismo.
Por último, y no es broma, redefine que es terrorismo,
llevándolo a términos tan sencillos como: si una actividad afecta a los
intereses norteamericanos, es terrorismo, incluso si esto involucra acciones y
actos que ocurren en otras naciones o que antes no se consideraban terroristas.
¿Cómo pudo el Congreso del país con la democracia perfecta
aprobar una ley semejante?... la respuesta es muy simple... según varios
senadores gringos NUNCA LA LEYERON... y tampoco es broma...
Varios sectores y países han criticado esta Ley por violar
las más elementales normas sobre libertades civiles y derechos humanos,
arriesgándose a ser considerados pro-terrorista o “naciones que apoyan el
terrorismo”. Esto es un punto muy importante para nuestra región, como veremos
más adelante.
En este marco, Julian Assange puede ser juzgado bajo esta ley y condenado a
muerte.
Las críticas se basan en las analogías del “Acta Patriota”
con la "Ley para Remover la Aflicción del Pueblo y el Imperio"
proclamada por Hitler el 23 de marzo de 1933.
A veces, la historia se repite...
EL NIDO DE LOS HALCONES
Sería un error simplista pensar que detrás de esta Ley y de
las acciones que se toman después de su aplicación está solamente el gobierno
norteamericano, los “halcones de la Casa Blanca” (como se hacen llamar los
colaboradores de Bush) o el mismo presidente Bush (GeDobleve para sus amigos).
Existe un poder mayor que hala los hilos de sus títeres.
El problema es que seguir los hilos de esta maraña de poder
nos llenaría páginas enteras y nos conduciría de Argentina a Asia Central, de
Bill Clinton al Pentágono o de los rebeldes chechenios y la mafia rusa al FBI.
Por eso nos concentraremos de momento en el sospechoso más
resaltante: The Carlyle Group, que es la cara más visible de los verdaderos
amos.
Esta es una gigantesca transnacional que maneja oficialmente
unos 14 mil millones de dólares y es el negocio de un grupo de poderosos
ciudadanos de Washington. ¿Qué lo hace sospechoso de estar involucrado en esta
historia?... analicemos algunos detalles:
Entre los principales socios de este grupo tenemos a The Bin
Laden Group (principal proveedor de goma arábiga para la Coca Cola) con sede en
Riyadh, Arbusto Energy Oil Company (propiedad de la familia Bush), Raytheon
(fabricante del sistema de guía para los Tomahawk, entre otras “bombas
inteligentes”, GPS y otros sistemas de orientación satelital, radares, etc.) y United
Defense Industries (fabricante de los sistemas de hardware y software para el
lanzamiento de misiles).
Otros socios importantes son Morgan, Stanley, Dean, Witter
& Company y Merril Lynch, que ganaron miles de millones de dólares,
mediante curiosas jugadas bursátiles que dieron ganancias sólo después del
ataque del 9/11.
Las empresas de seguros europeas Munich Re, Axa y Swiss Re
(también socios del grupo, que sorpresa) se enriquecieron mediante dudosas
operaciones en la Bolsa de Nueva York, en los días previos al 9/11.
Curiosamente la Agencia de Seguridad Nacional de Estados
Unidos no se enteró de esas transacciones...
George Bush padre y John Major ex primer ministro británico
están entre los principales ejecutivos de este grupo y mantienen excelentes
relaciones con Arabia Saudita, lo que los favorece en cualquier guerra del
Golfo (pasada y futura).
No hay que ser un genio en geopolítica para darse cuenta que
los beneficios de una guerra amparada por la “Ley Patriótica” sería un
bocadillo que éste grupo no podía perder.
Ya lo decían los romanos: dura lex, sed lex... la ley es
dura pero es la ley.
LOS “PAJARITOS” QUE HICIERON EL NIDO
Está claro que Bush no es un genio político, pero los
hombres que lo acompañan saben muy bien lo que hacen y porqué. Entre los más
importantes consejeros del presidente destacan notables propagandistas
pro-israelíes, felices de que los árabes sean los nuevos “enemigos de la
libertad”.
Los más conocidos son: George Bush padre, por supuesto,
gestor de la primera Guerra del Golfo Pérsico; Dick Cheney, ex Vicepresidente y
ex jefe directo del General Norman Schwarzkpoff, el general en jefe de esa
guerra; Donal Rumsfeld, ex secretario de defensa y el primero en echarle toda
la culpa a GeDobleve; Richard Perle, autor de “Una ruptura limpia: una nueva
estrategia para la seguridad del reino”, dirigido a Benjamín Netanyahu y que en
1966 ya proponía la guerra contra Irak; Frank C. Carlucci, ex secretario de
defensa, ex Jefe de la CIA, y ex compañero de escuela de Rumsfeld; James Baker III,
ex secretario de Estado.
Algunos son figuras internacionales: Mijail Jodorkovsky,
magnate ruso o John Major, ya mencionado. Otras caras como Paul Wolfowitz,
Douglas Feith o John Bolton no son tan conocidos, pero también están
relacionados con el gobierno norteamericano y (como no) con el Grupo Carlyle.
Es obvio que GeDobleve tiene un papel muy importante en esta
historia... será un excelente chivo expiatorio.
JAVIER CONTRERAS
IMÁGENES: JAVIER CONTRERAS - ARCHIVO
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